El niño J. es cariñoso, suele preguntar a los demás: ¿ Tú me quieres?, y los demás vienen a decirle que si, que claro que le quieren. Hay días que nada más verte te dice :¡ Hola preciosa, qué guapa estás!. Hay días que no tiene ganas y apenas habla.
Hay otros niños con él en el colegio, muchos, la mayoría no sabe que le pasa a J. Desde los tres años andan juntos y para ellos no significa nada discapacidad, no saben que es.
La madre de J. ha tenido que hacer muchas gestiones, ha llamado a muchas puertas y muchas estaban cerradas, lágrimas y a seguir llamando.
Después de un incidente, hecho aislado lo llamó la maestra, la madre de J. no quería una reprimenda para los niños que habían participado en el desafortunado " juego", la madre de J. pensó que sería más conveniente que los niños conocieran a J. que ella misma pudiera contarles que J. sufre si es humillado y decirles también que tiene una inmensa capacidad de perdonar y que a veces necesita consuelo.
Pero el centro siguió " el protocolo" y ella no ha podido presentarles a su hijo...
No sabemos que les han dicho a esos niños, pero a veces funciona hablar con ellos, no para que les de pena J., sino para que simplemente respeten al ser humano que está detrás de esa apariencia " diferente".
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarCarmela, gracias por la sensibilidad que demuestras en tu blog. He visto en el de una compañera (Xana, otro que me impactó. Es el Cazo de Lorenzo.
ResponderEliminarAquí os dejo el enlace.
http://descubriendoloshorizontes.blogspot.com/